15 de agosto del 2012
-Ana González
Una de las protestas más masivas de los últimos años recorre Rio de Janeiro en Brasil. Comenzaron los profesores universitarios, en huelga desde hace dos meses. Y el 16 de julio gran parte de los sindicatos estatales. Ahora hay más de 350.000 trabajadores estatales reclamando aumentos salariales, un 70% de los servidores del Estado Federal, incluyendo policías federales y policía de caminos, agentes aduaneros y de aeropuertos.
Esta vez no es sólo la izquierda sindical la que apoya las huelgas, sino que incluso obligó a apoyarlas a la propia CUT (la central obrera dirigida por el PT). Los dirigentes de la CUT dicen que Rousseff “no es como Lula” (ex presidente) y que “no sabe negociar”. La huelga ya está paralizando el comercio exterior, porque no funcionan puertos y cargas de aeropuertos, llegando a un punto de estrangulamiento económico. También provocó enormes tránsitos viales en autopistas. El martes pasado se registró un enfrentamiento entre los manifestantes y policías frente al palacio presidencial en Brasilia. Sin embargo, la presidente brasileña, Dilma Rousseff, poniendo de pretexto la crisis mundial, no cede a la reivindicación de aumentar los salarios públicos, decretó que se pueda sustituir a trabajadores en huelga. Hasta ahora la huelga se mantiene muy firme y se va extendiendo día a día.
Fuente: el socialista.com
Una de las protestas más masivas de los últimos años recorre Rio de Janeiro en Brasil. Comenzaron los profesores universitarios, en huelga desde hace dos meses. Y el 16 de julio gran parte de los sindicatos estatales. Ahora hay más de 350.000 trabajadores estatales reclamando aumentos salariales, un 70% de los servidores del Estado Federal, incluyendo policías federales y policía de caminos, agentes aduaneros y de aeropuertos.
Esta vez no es sólo la izquierda sindical la que apoya las huelgas, sino que incluso obligó a apoyarlas a la propia CUT (la central obrera dirigida por el PT). Los dirigentes de la CUT dicen que Rousseff “no es como Lula” (ex presidente) y que “no sabe negociar”. La huelga ya está paralizando el comercio exterior, porque no funcionan puertos y cargas de aeropuertos, llegando a un punto de estrangulamiento económico. También provocó enormes tránsitos viales en autopistas. El martes pasado se registró un enfrentamiento entre los manifestantes y policías frente al palacio presidencial en Brasilia. Sin embargo, la presidente brasileña, Dilma Rousseff, poniendo de pretexto la crisis mundial, no cede a la reivindicación de aumentar los salarios públicos, decretó que se pueda sustituir a trabajadores en huelga. Hasta ahora la huelga se mantiene muy firme y se va extendiendo día a día.
Fuente: el socialista.com
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