Inicia Temporada de
conciertos de La Orquesta Filarmónica de la ciudad de México
Fuentes:
Pagina de El Distrito Federal, Pagina Oficial José Arean, La Jornada
La
agrupación interpretó un programa dedicado a grandes compositores mexicanos del
siglo XX. Dirigida por José Areán y la participación del solista Gonzalo
Gutiérrez, interpretó “Concierto para piano y orquesta”, de Carlos Chávez;
“Cumbres, de Moncayo, y “Sinfonía No. 2, Romántica”, de Mata.
Durante
el concierto, en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli
(CCOY), la OFCM lució majestuosa con José Areán como director huésped principal
y la intervención del pianista Gonzalo Gutiérrez. El público tuvo una
tarde-noche musical de altísima calidad en toda su interpretación.
La Orquesta Filarmónica de la
Ciudad de México, considerada como la más importante orquesta de la República
Mexicana y una de las más relevantes en América Latina, refrendó esos títulos
ganados a pulso cuando ejecutó, en todo su esplendor, “Cumbres”, prodigiosa y
poco interpretada obra de Moncayo (1912-1958).
Como
preámbulo se recordó que el pasado 29 de junio se cumplieron 100 años del
nacimiento de José Pablo Moncayo. Su obra más afamada y extendida es
“Huapango”, sin embargo, se explicó, posee piezas musicales de gran calidad. Un
ejemplo es “Cumbres”, muy poco conocida en su repertorio sinfónico.
Estrenada
el 12 de junio de 1954 por la Orquesta Sinfónica de Louisville, bajo la
dirección de Robert Whitney, la obra tiene de tres partes. La primera es
“Vivace” y consta de dos temas, por un lado la base rítmica y por el otro el
desarrollo melódico. La segunda parte, “Lento”, igual consta de dos temas.
La parte
espectacular, el clímax de la composición que permite el lucimiento total y
absoluto de la dotación instrumental y las espléndidas ejecuciones de los
músicos, es la tercera parte, en la que José Pablo Moncayo realizó una suerte
de recapitulación de las dos primeras, en una amalgama apoteótica.
Chávez
inició la composición de su “Concierto para piano” en 1938, con la ayuda de una
beca de la Fundación Guggenheim. Por razones diversas, la creación de la obra
progresó con lentitud y no fue sino hasta 1940 que el maestro declaró concluida
la partitura, misma que quedó fabulosa.
El
estreno se realizó en el Carnegie Hall de Nueva York el 1 de enero de 1942, con
Eugene List como solista de la Orquesta Sinfónico-Filarmónica de Nueva York,
dirigida por Dimitri Mitropoulos.
Según las
croniquillas, ese estreno fue inolvidable para los asistentes, pero la
interpretación de anoche, fue colosal.
El
programa se completó con la “Sinfonía No. 2, Romántica”, de Eduardo Mata
(1942-1995).
En el 70
aniversario de su nacimiento, la OFCM interpretó esta obra en la que se
evidencia que Mata fue un compositor influenciado por la música de los autores
románticos del siglo XVIII y XIX para dar vida a piezas espléndidas.
“Romántica”,
decía Mata, “pretende recordar el sincretismo clásico-romántico de las
sinfonías de Brahms. Posee particularidades, instrumentales, armónicas y
rítmicas brahmsianas, ya que han sido interpretadas buscando proximidad a su
estilo”. El concierto se repetirá a las 12:30 horas de hoy en la misma sala.
Por
Alejandro Aldama Valdez
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